Museo Marina Nuñez del Prado – Biblioteca Falcón
Exhibición de las esculturas de la artista.
Dirección: Calle Antero Aspíllaga 300, San Isidro, Lima
Teléfono: 513-9000 anexo 1831
Web: msi.gob.pe/portal/cultura/casa-museo-marina-nunez-del-prado/
Horario de atención: Lunes a Sábado de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
En la década de 1970, la escultora Marina Núñez del Prado Viscarra, nacida el 17 de octubre de 1910 en La Paz, Bolivia, instaló su residencia y taller en lo que sería después su Casa Museo, ubicada en la calle Ántero Aspillaga 300, en pleno corazón del bosque El Olivar. Esta casa de estilo neocolonial, fue adquirida en 1973, de propiedad de don Luis Alayza y Paz Soldán, siendo la primera casa de El Olivar declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
En 1984, doña Marina crea junto con su esposo, el escritor peruano Jorge Falcón, la Fundación Marina Núñez del Prado de Falcón, con la finalidad de preservar y mostrar la obra de la escultora y la obra intelectual de su esposo. Después de su muerte, en 1995, este numeroso e invaluable legado pasa a manos de la Fundación.
Gracias a un Contrato de Comodato entre la Fundación Marina Núñez del Prado de Falcón y la Municipalidad de San Isidro, firmado el 9 de enero de 2008, se ha salvaguardado la Casa Museo, su colección de obras de arte y el Fondo Documental. En el 2009 y primeros meses de 2010, se han inventariado y registrado 1,492 bienes culturales muebles, ante el Instituto Nacional de Cultura, hoy Ministerio de Cultura. Igual labor se está haciendo con su colección de arte popular de 137 piezas de artesanos peruanos de la talla del maestro Mamerto Sánchez, que ella gustaba coleccionar.
Su amor por el arte y la naturaleza queda plasmado en su manuscrito titulado Eternidad en los Andes, editado en 1973, del que extraemos unas líneas “…Mi curiosidad de niña tocada por la inquietud artística, preguntaba todo, y la naturaleza fue mi primera maestra…Hallé en la naturaleza un segundo hogar y en los elementos y fenómenos de la misma encontré la sabiduría y las proporciones”.
Al ponerse en valor esta Casa Museo y su jardín de esculturas se está cumpliendo con el más íntimo deseo de la destacada escultora, transformar este espacio en un lugar de admiración de su obra artística, de investigación y de preservación del arte y la cultura.